Marcos
Marco Legal
Es importante y fundamental conocer las leyes que amparan y promueven la inclusión social de las personas con discapacidad. En primer lugar, se encuentra la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad creada por la ONU en el año 2006.
El Artículo 24 sobre Educación y se subdivide en 5 incisos. El primero, reconoce el derecho de las personas con discapacidad a la educación sin discriminación y sobre la base de la igualdad de oportunidades, comprometiendo a los Estados Partes a asegurar un sistema de educación inclusivo a todos los niveles así como la enseñanza a lo largo de la vida. El inciso 2 y 3 describen las condiciones que deben brindar y garantizar los Estados Partes, a fin de propiciar la participación plena y en igualdad de condiciones a las personas con discapacidad. El inciso 4 indica las medidas que deben tomar los EStados Partes para una formación profesional y de personal calificado. El inciso 5 asegura el acceso general a la educación superior, la formación profesional, la educación de adultos y el aprendizaje a lo largo de la vida, asegurando que se realicen los ajustes razonables a lo largo de la vida.
La Educación Especial es una modalidad del sistema educativo en Argentina que se encuentra desarrollada en la Ley Nacional de Educación 26.206, insta a que acciones, prácticas e instituciones trabajen de manera articulada para modificar las barreras de aprendizaje y participación de los estudiantes con discapacidad.
La Resolución 311/16 del Consejo Federal de Educación establece las condiciones para la inclusión escolar al interior del sistema educativo argentino para el acompañamiento de las trayectorias escolares de los/as estudiantes con discapacidad. En sus Anexos se explicita la “Promoción, acreditación, certificación y titulación de los estudiantes con discapacidad”. El Anexo I sintetiza el marco legal en el que se basa la resolución y en los Anexos II, III y IV se establecen los Ejes Prioritarios para la confección del Proyecto Pedagógico para la Inclusión (PPI).
Marco Teórico
En los últimos años la definición y la concepción de las personas con discapacidad ha evolucionado desde un modelo biomédico centrado en las deficiencias del individuo hacia un modelo social. El Modelo Social se basa en dos premisas fundamentales. La primera, alega que las causas que originan la discapacidad no son ni religiosas ni científicas, sino sociales o al menos, preponderantemente sociales. Segunda premisa, considera que las personas con discapacidad tienen mucho que aportar a la sociedad. Sostiene que lo que puedan aportar a la sociedad las personas con discapacidad se encuentra íntimamente relacionado con la inclusión y la aceptación de la diferencia. Lo cual implica que la discapacidad de una persona está determinada tanto por sus propias características como por las barreras al aprendizaje y a la participación que le presente su contexto, y los apoyos y ayudas que puedan implementarse.
Es importante identificar cuáles son las capacidades y fortalezas de nuestros estudiantes para propiciar su desarrollo. Una de las teorías de las que nos servimos para comprender cómo y qué aprenden es detectar cuáles son las diferentes inteligencias que emplean, conocida como la Teoría de las Inteligencias Múltiples. Se trata de un modelo de concepción de la mente propuesto en 1983 por Howard Gardner, psicólogo y profesor de la Universidad de Harvard. Gardner sostenía que la inteligencia no es un conjunto unitario que agrupa diferentes capacidades específicas, sino que la inteligencia es una red de conjuntos autónomos relacionados entre sí. Propuso que para el desarrollo de la vida uno necesita o hace uso de más de un tipo de inteligencia. Entendiendo a la inteligencia como un potencial biopsicológico de procesamiento de información que puede activar en uno o más marcos culturales para resolver problemas o crear productos que tienen valor en dichos marcos.
Gardner distingue 8 tipos diferentes de inteligencia: Inteligencia lógico-matemática: Es la habilidad que poseemos para resolver problemas tanto lógicos como matemáticos. Comprende las capacidades que necesitamos para manejar operaciones matemáticas y razonar correctamente. Inteligencia lingüística-verbal: Es la fluidez que posee una persona en el uso de la palabra. Destreza en la utilización del lenguaje, haciendo hincapié en el significado de las palabras, su orden sintáctico, sus sonidos. Inteligencia visual-espacial: Es la habilidad de crear un modelo mental de formas, colores y texturas. Está ligada a la imaginación. Esta inteligencia nos capacita para crear diseños, cuadros, diagramas y construir cosas. Inteligencia corporal-cinestésica o corporal-kinestésica: Es la habilidad para controlar los movimientos de todo el cuerpo para realizar actividades físicas. Se usa para efectuar actividades como deportes, que requieren coordinación y un ritmo controlado, ballet, etc. Inteligencia musical: Es la habilidad que nos permite crear sonidos, ritmos y melodías. Nos sirve para crear sonidos nuevos para expresar emociones y sentimientos a través de la música. Inteligencia interpersonal: Consiste en relacionarse y comprender a otras personas. Incluye las habilidades para mostrar expresiones faciales, controlar la voz y expresar gestos en determinadas ocasiones. También abarca las capacidades para percibir las emociones en otras personas. Inteligencia intrapersonal: Es nuestra capacidad de relacionarnos con nosotros mismos, entender lo que hacemos y valorar nuestras propias acciones. Inteligencia naturalista: Consiste en el entendimiento del entorno natural y la observación científica de la naturaleza como la biología, geología o astronomía.
En cuanto a las teorías del aprendizaje la Teoría Sociocultural de Lev Vygotsky (Rusia, 1896-1934) pone el acento en la participación activa de los estudiantes con el ambiente que les rodea, siendo el desarrollo cognoscitivo fruto de un proceso colaborativo. Según la Teoría Sociocultural de Vygotsky, el papel de los adultos o de los/as compañeros/as más avanzados es el de apoyo, dirección y organización del aprendizaje del menor, en el paso previo a que él pueda ser capaz de dominar esas facetas, habiendo interiorizado las estructuras conductuales y cognoscitivas que la actividad exige. Esta orientación resulta más efectiva para ofrecer una ayuda a los/as pequeños/as para que crucen la zona de desarrollo proximal (ZDP), que podríamos entender como la brecha entre lo que ya son capaces de hacer y lo que todavía no pueden conseguir por sí solos.
Los/as niños/as que se encuentran en la ZDP para una tarea en concreto están cerca de lograr poder realizarla de forma autónoma, pero aún les falta integrar alguna clave de pensamiento. No obstante, con el soporte y la orientación adecuada, sí son capaces de realizar la tarea. En la medida en que la colaboración, la supervisión y la responsabilidad del aprendizaje están cubiertas, el niño/a progresará adecuadamente en la formación y consolidación de sus nuevos conocimientos y aprendizajes.
En cuanto a la alfabetización, actualmente, se da una redefinición del concepto y se hablar de Multialfabetización: “Aproximación a la alfabetización centrada en las variaciones en el uso del lenguaje según las distintas situaciones sociales y culturales, y la multimodalidad intrínseca de las comunicaciones, especialmente en el contexto de los nuevos medios existentes hoy.” (Cope y Kalantzys)
La multialfabetización, implica una pedagogía centrada en el desarrollo del metalenguaje comprendiendo los diferentes canales comunicativos, dicha pedagogía tiene como principio que el conocimiento se desarrolla en un contexto social, por lo cual incluye los siguientes componentes:
Prácticas situadas y contextualizadas a la realidad.
Planificaciones flexibles y centradas en los y las estudiantes que enriquezcan todas las situaciones didácticas.
Formación crítica que requiere del metalenguaje.
La práctica transformadora potenciando nuevos conocimientos.
En cuanto al enfoque didáctico se emplea el Diseño Universal en el Apendizaje (DUA) que está estructurado en tres principios básicos, cada uno de los cuales se desarrolla a través de tres pautas de aplicación y de varias claves o puntos de verificación. Cada principio se corresponde con una de las tres redes cerebrales implicadas en el aprendizaje.
Los tres principios del DUA:
Principio I: Proporcionar múltiples formas de representación de la información y los contenidos (el qué del aprendizaje), ya que los estudiantes son distintos, la forma en que perciben y comprenden la información también es diferente.
Principio II: Proporcionar múltiples formas de expresión del aprendizaje (el cómo del aprendizaje), puesto que cada persona tiene sus propias habilidades estratégicas y organizativas para expresar lo que sabe.
Principio III: Proporcionar múltiples formas de implicación (el porqué del aprendizaje), de forma que todos los estudiantes puedan sentirse comprometidos y motivados en el proceso de aprendizaje.
Las propuestas pedagógicas que aplican el DUA permiten levantar barreras o disminuirlas, brindando a los estudiantes con discapacidad intelectual oportunidades para experimentar, buscar información, comunicarse y construir conocimientos logrando un aprendizaje más autónomo. Además, el uso pedagógico y significativo de las TIC favorece la adquisición de habilidades y competencias para la vida diaria, la participación social y, más tarde, la inclusión laboral.
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